Con el objetivo de garantizar que la ciudadanía y las autoridades conozcan de primera mano las mejoras realizadas por AngloGold Ashanti al Estudio de Impacto Ambiental -EIA- del proyecto minero de cobre Quebradona, la compañía inició una nueva fase de socialización a través de la cual se buscará abrir espacios de diálogo y participación para presentar las mejoras y ajustes realizados al proyecto, en respuesta a los requerimientos hechos por parte de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales -ANLA-.

Se espera que al finalizar el mes de enero, se hayan realizado cerca de 40 encuentros que serán convocados por la empresa, en los que se ampliará de manera extensa y pedagógica toda la información relacionada con los detalles del proyecto, y en los que se espera continúe el ejercicio de cocreación que lo ha caracterizado.

“Para que el proyecto de minería de cobre Quebradona pueda avanzar en su propósito de convertir la riqueza mineral del territorio en progreso social, económico y ambiental, hemos entendido como una necesidad el llamado a actuar frente a las expectativas, las observaciones y las inquietudes legítimas de los habitantes de la región”, dijo al respecto el presidente de AngloGold Ashanti, Felipe Márquez, quien destacó la importancia de continuar dialogando con las comunidades para que el proyecto minero de cobre Quebradona pueda ser parte del futuro con el que sueña Jericó.

El proyecto minero de Quebradona ha sido una construcción colectiva, con insumos de un grupo de altísimo nivel de técnicos mineros, geólogos, ingenieros ambientales, especialistas sociales, entre otros, y una cocreación comunitaria.

Ejemplo de ello, las soluciones propuestas al impacto en paisaje y suelo como el Parque biodinámico, que han surgido como respuesta al diálogo permanente con distintos sectores de la sociedad.  

Esta etapa de socialización y pedagogía se suma así al proceso de construcción profundo y riguroso que ha tenido el proyecto. Mas de 14 años de estudios de exhaustivos análisis, completos estudios técnicos y diálogo constante y abierto con la comunidad; asegurando cumplir con el propósito de generar progreso ambiental, económico y social y estableciendo espacios de diálogo con la comunidad para escuchar sus inquietudes y proponer soluciones.

La revisión del EIA por parte de la ANLA ha contado con dos visitas de la autoridad ambiental, un equipo técnico de 25 expertos del organismo, 203 terceros intervinientes, 9 días de reunión para analizar los requerimientos y la consulta por parte de la Autoridad de cerca de 100 expertos altamente calificados en temáticas ambientales y sociales.

Se espera, durante la última semana de enero, hacer llegar a la ANLA, las respuestas a sus últimos requerimientos.

“Nuestro interés es procurar que tanto la comunidad como las autoridades tengan el mayor nivel de detalle posible del proyecto, con el fin de que la ANLA pueda tomar una decisión basada en argumentos técnicos y datos reales, que nos permita seguir imaginando juntos el futuro del suroeste antioqueño”, concluyó Márquez.

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