«Detrás de una taza de café hay una vida y un mundo. Hay un caficultor y una familia que recolectan el fruto (…) Gracias al café yo soy lo que soy y me siento muy orgullosa», Yamile Arboleda.
Tradición cafetera que lleva en el alma y el corazón.
Desde la vereda La Soledad, en Jericó (Ant), para el mundo.