El síndrome de abstinencia neonatal es un conjunto de problemas que presentan bebés que han sido expuestos durante su gestación a sustancias psicoactivas.
Marie Claire Berrouet, es toxicóloga del Hospital General de Medellín, tiene 42 años y lleva ayudando a las personas con su profesión desde hace 20. También es profesora de la Universidad CES, la cual tiene un convenio con el Hospital desde el 2014 y gracias a este, se han realizado diferentes estudios para evaluar cuántas mujeres en estado de gestación de las que ingresan a la institución, son consumidoras de sustancias psicoactivas.
“A todas las pacientes gestantes que llegan al Hospital, se les realiza un cuestionario y algunas preguntas en particular están relacionadas con el consumo de droga. Cuando alguna de estas resulta positiva, me llaman y yo evalúo el historial del consumo”.
El objetivo con este cuestionario, es verificar el estado en el que ingresan las pacientes y saber si aún presentan residuos de droga en su cuerpo. Cuando da positivo, todo el hospital entra en sintonía (trabajadores sociales, psicólogos, nutricionistas, ginecólogos, entre otros.) para ayudar a esa mamá y su hijo.
Cuando un bebé nace y presenta residuos de droga en su sangre, los efectos son notorios (llanto, temblores y en algunos casos, convulsiones), ellos suelen ser tratados con leves masajes, terapias de contacto y en los casos más extremos, medicación. “Muchas de las mamás que nos llegan a nosotros tienen unas situaciones sociales difíciles, que quizás han pasado por algún tipo de violencia y lo que nosotros hacemos acá, es estimular y educar siempre respetando la decisión que toma”, indica la doctora Berrouet.
La marihuana y la cocaína son las sustancias que más se detectan en estos casos y cuando la mamá está lactando lo mejor para el bebé es que no consuma esta leche, que es reemplazada por la que contiene el Banco de Leche del hospital.
“Con este programa nosotros garantizamos la alimentación del bebé, gracias a la leche que tenga muy buenos nutrientes. Así le damos espacio a la mamá para que entre en el proceso de deshabituación de sustancias psicoactivas sin exponer al bebé”, explica la doctora.
La duración del tratamiento depende mucho del estado en que llegan las mamás al hospital. Después de tener el alta por parte de los especialistas, ellas quedan en una base de datos donde son monitoreadas constantemente para saber el estado de salud tanto de ellas como del bebé; y si es necesario seguir con tratamientos el hospital provee estos.
“El quehacer del toxicólogo es ayudar a los pacientes cuando desean dejar de consumir, haciendo equipo con otros especialistas y que la estadía en el hospital sea mucho más agradable para ellos”, como lo afirma Marie Claire, quien además puntualiza: “la labor no es juzgar, es ayudar y buscar la solución a la adicción”, y con una sonrisa en su rostro demuestra que en cada acto que ella realiza, devuelve la dignidad a sus pacientes.
Fotos: Alcaldía de Medellín
