Lea aquí: Hospital General de Medellín: la cuna de Antioquia

Los momentos del hospital

Hospital General de Medellín

Juan Carlos Pérez Correa, tiene 55 años de edad, es médico especialista en Salud Ocupacional, ingresó al Hospital el 24 de mayo de 1995, o sea, que lleva 26 años y unos meses trabajando allí y para él, el General ha pasado por tres grandes momentos.

El primero, desde su nacimiento como hospital materno, con la participación de Luz Castro de Gutiérrez y un grupo de personas y ginecólogos del San Vicente de Paúl que vieron la necesidad de que, en este sector tan popular de la ciudad, las señoras tuvieran un parto digno. Recuerda que, en 1995, “el turno de urgencias para adultos lo hacíamos solo uno o dos médicos como máximo”.

El segundo instante es cuando se promulga la ley 100 de 1993, en donde modifica la cobertura de atención de las personas y los hospitales comienzan a atender por demanda y no por oferta, incluyendo pacientes de las EPS y del Sisbén y de ahí que el Concejo de Medellín lo convierte en Empresa Social del Estado. “Entonces -afirma Juan- con esta nueva norma todos los servicios crecieron bastante, el recurso humano hubo que multiplicarlo y se fortaleció en obstetricia, pero no tanto en otras especialidades”. Para ese momento era el hospital que atendía a los empleados de la Gobernación de Antioquia y de Adpostal, entre otras entidades gubernamentales.

A manera de anécdota, el mismo Juan nos dice entre risas y con un dejo de alegría y orgullo que, “yo nací aquí el 24 de agosto de 1966 y mi hermano el mismo día de 1968 y mi mamá hasta dice que lo hicimos a la misma hora”.

Después de 1993, con el manejo de la institución a través de una junta directiva y representantes de los gremios, inicia el tercer momento cuando se comenzó a madurar y a pensar en el mejoramiento de la atención, generando procesos de calidad, con lo cual dejó de ser un hospital común y corriente.

Llegaron las acreditaciones y las certificaciones por parte del Icontec y se convierte en el primero de carácter público en alcanzar estos logros, luego de ser visitado y de cumplir con los más exigentes requisitos. “La acreditación es lo máximo, es voluntaria, porque estás invitando al más estricto para que te visite y te diga cómo estás”.

El trabajo en pandemia y otros momentos difíciles

Hospital General de Medellín

Lo que se ve allí a diario, es de alguna manera un reflejo del estado de salud de la ciudad.  En la época de la violencia social en Medellín les tocó atender oleadas de gente heridas por explosiones de bombas como la de La Macarena o la del parque San Antonio o atentados como el de Machuca o los que ingresaban por balaceras. También les tocó ver el drama de muchas personas heridas por las minas antipersona y luego el fenómeno de los ingresados por accidentes de tránsito, en especial los de motocicletas, que son atendidos gracias al Soat, fenómeno que ha tenido sus altas y sus bajas por el cambio en las normas de tránsito que se han vuelto un poco más severas.

“Esto es como una ciudad, somos el reflejo de lo que pasa en Medellín y esto se replica en nuestras atenciones”, expresa al decir que, por ejemplo, durante la pandemia actual del coronavirus -con más de 6.000 pacientes atendidos hasta el pasado 30 de agosto- el trabajo de todo el personal ha sido descomunal y elogia la gestión del equipo directivo administrativo, del conjunto de médicos, enfermeras y personal de salud y de los demás compañeros que laboran en el hospital que se han desvivido por atender de la mejor forma a la ciudadanía.

“Pasamos de tener 23 camas de unidades de cuidados intensivos a 168 a punta de gestión, con recursos de la Alcaldía, de las secretarías de salud municipal y departamental y con el compromiso de todos. Hay gente que ha hecho grandes esfuerzos, además de la entrega de los trabajadores de la salud. Desde que comenzó la pandemia comenzamos a hacer grupos de trabajo diario, para solucionar los problemas, prevenir situaciones y adquirir insumos de primera calidad para que la atención no decayera”.

Ha visto partir a muchos pacientes por este virus, lo que le causa dolor, así no sean personas conocidas y nos cuenta que durante toda esta situación solo un empleado del hospital ha perdido la vida, como consecuencia del coronavirus, lo que demuestra el compromiso y la seriedad con que han afrontado este reto y ocurrió que -en medio de esto- vino el Icontec y los volvió a certificar en calidad, afirma con orgullo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí