Hablamos con Juan David Muñoz, sociólogo de la Universidad de Antioquia, Magíster en Desarrollo de la Universidad Pontificia Bolivariana, ex concejal del municipio de Bello y defensor de Derechos Humanos, integrante del grupo de investigación Centro de Estudios de Opinión -CEO- de la Universidad de Antioquia y actualmente líder del proceso social, político y cultural Caminado la Utopía.

En este espacio, se tertulió sobre las necesidades y el desarrollo del departamento de Antioquia; esto debido a las incansables luchas, resistencias, conquistas y utopías a las que le han caminado diferentes colectivos y procesos sociales del departamento de Antioquia, movimientos juveniles y ciudadanos que vienen dado debates importantes sobre el desarrollo de sus subregiones y sus índices de calidad de vida.

Sabemos hoy, lo importante que es asumir en lo concreto estas luchas y resistencias con la seriedad y rigurosidad que demanda este momento histórico de cambio.

¿Qué cree que le falta a Antioquia?

No es que le falte a Antioquia. Considero que le sobran capacidades y es un departamento con mucha potencia y riqueza tanto intelectual y técnica, en lo que respecta a sus habitantes, como económicas y naturales.  pero también, le sobra corrupción, malos manejos, clientelas políticas, mafias electorales.

Todo esto ha llevado a profundizar una serie de problemas que son los que deberíamos trabajar. Por ejemplo, Antioquia tiene un gran problema de desigualdad socio-espacial. Las obras y la intervención en materia de calidad de vida están muy focalizada en algunas regiones, dejando de lado otras, como es el caso de la subregión del Valle de Aburrá.

Es una subregión que tiene relativos avances en materia de calidad de vida y han venido superando necesidades básicas insatisfechas, pero si se compara con otras regiones como el Bajo Cauca, el Nordeste o el Urabá, se evidencia la desigualdad tan profunda que hay.

Municipios en donde hay pobreza extrema en la mayoría de su población. Comparando con otros que tienen ciertos niveles de calidad de vida.

 ¿Qué desequilibrio ve en el Valle de Aburrá?

Al interior del Valle de Aburrá hay desequilibrio y desigualdad entre los municipios del sur y del norte, en donde los municipios del norte han puesto toda la carga para soportar el desarrollo de Medellín, pero no han gozado de los beneficios.

Estos municipios son los que se usan para construir el botadero de basura, la planta de tratamientos y todo lo que no es paisajísticamente bonito ni lo que se entiende por progreso, sino todo lo contrario, lo no mostrable se traslada para el norte y los beneficios para el sur y el centro.

Entonces ese desequilibrio espacial es uno de los grandes problemas de Antioquia y que a su vez reproduce otros muchos, asociado directamente a esto, como es el hambre y la informalidad.

Amplíenos un poco más sobre las problemáticas que vive Antioquia.

En Antioquia más del 60% de los trabajadores son informales, sin seguridad social para ellos y sus familias, además, en muchos casos sin llegar al salario mínimo, lo que lleva a que sea una población empobrecida y en proceso empobrecerse mucho más.

También, con esto se relaciona y profundiza un grave problema que tiene Antioquia de consumo de sustancias sicoactivas, dependencia, microtráfico asociado y una atención poco estratégica por parte de las autoridades porque se ha basado, especialmente, en el control y en la persecución al consumidor y no en la generación de condiciones para para superar el flagelo, se viene avanzando un poco en eso, pero es muy limitada la estrategia de contención tanto para el microtráfico como del consumo que es problema de salud pública

Por otro lado, Antioquia es el departamento que más víctimas y actores actuales del conflicto armado tiene, para esto requiere estrategias muy sólidas en materia de construcción de paz territorial.

Desde la Gobernación de Antioquia se ha avanzado muy poco, han sido muy tímidos en estrategias de construcción de paz y se ha dejado los territorios muy a merced del control de los grupos armados ilegales, no sólo por falta de presencia de fuerza pública, sino por falta de estrategias y programas integrales que disminuyan las posibilidades para los jóvenes de vincularse a estas organizaciones.

¿Qué implicaría eso?

Mejorar condiciones de educación, laborales, culturales y recreativas en los municipios ya focalizados como zonas de alto riesgo de conflicto. Ya hay unos puntos rojos en las regiones donde se sabe que los jóvenes son más vulnerables, pues allí es donde debe focalizarse la inversión social en estos temas: educación, cultura, empleo, entre otros.

También es muy importante el tema de la cultura ciudadana, poco trabajada hoy en Antioquia, porque realmente ha perdido popularidad en la agenda pública las estrategias de cultura ciudadana, pero su importancia es determinante para transformar las dinámicas de relacionamiento ciudadano, porque si bien el estado no puede llegar a todos lados con sus aparatos de control, desde una estrategia cultural de transformación ciudadana lo podría hacer. Creo que Antioquia le hace mucha falta utilizar este tipo de propuestas socioculturales de transformación. 

¿Cuáles son las cualidades de Antioquia como departamento que se pueden destacar?

Antioquia es rica geográficamente. Sus tierras son fértiles, se puede cultivar, prácticamente, de todo.

Tiene una gran riqueza hídrica. El paisaje es muy bello, posibilita el desarrollo del turismo. Tiene industrias fuertes.

Tiene comercio y enclaves comerciales y productivos fuertes.

Y sobre todo tiene una ciudadanía trabajadora, aunque suene cliché el paisa es pujante. Es un departamento muy productivo, pero muy desigual.

La riqueza que produce no se distribuye de la manera que debería. El manejo de lo público es excluyente y, por tanto, se generan zonas de mucho empobrecimiento, hambre y círculos enteros de miseria. Paradójicamente, se ubican en zonas de mayor riqueza natural, riqueza hídrica, en lugares donde por décadas han explotado el oro, la tierra a partir de monocultivos. Allí es donde se ha empobrecido más a los pobladores.

Entonces, potencialidades y cualidades hay muchas, lo que se debe hacer es tratar de organizarse para que la distribución de las cargas y beneficios sea justa. Se debe empezar a pensar también en el departamento como espacio socio natural, es decir, comenzar a cuidar la naturaleza, especialmente el agua, y entender que debemos vivir en armonía con la naturaleza, en coexistencia.

¿Por qué? Si no se hace, no habrá departamento que defender.

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