Cuatro razones de peso tiene el Gobernador (e) de Antioquia, Luis Fernando Suárez, para que continúe el cierre estricto los fines de semana en el Valle de Aburrá ya que septiembre será un mes complejo para la atención de la pandemia, por lo cual confinar a los ciudadanos lo sábados y domingos puede contribuir a que no colapse la red hospitalaria.
Las razones son: 1. La cosecha cafetera, pues han empezado a llegar recolectores al Suroeste. 2. Septiembre es un mes en el que se dan muchos nacimientos y esto implica cuidado a los recién nacidos y a la maternas. 3. Los 200 días de trabajo que cumplirá el personal de salud atendiendo la pandemia en el noveno mes del año. 4. Las proyecciones indican que en este mes la ocupación hospitalaria será superior al 85%.
“Es un tema muy complejo y la invitación siempre es al diálogo y a buscar acuerdos. Hay efectos favorables de las medidas tomadas y se sienten en el número de personas contagiadas y en la mortalidad, pero no tan claro en la ocupación de camas de cuidados intensivos que se mantiene entre 80 y 83 % y es un indicador muy importante”, puntualizó Suárez.
El Gobernador (e) invitó a los alcaldes del Vallé de Aburrá a reconsiderar la decisión. Recordemos que los últimos cuatro fines de semana, que incluyeron dos puentes festivos, hubo cierre estricto de los municipios, con excepción de Girardota. Al mejorar las cifras, se decidió levantar la medida y regresar al pico y cédula los sábados y domingos.
